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lunes, 2 de mayo de 2016

XII Media Maratón Macan

Un año más, he tenido el placer de poder asistir a esta pedazo de carrera, y pasar un gran día en buena compañía. Es la tercera vez que asisto a dicho evento, y seguramente seguiré asistiendo siempre que me cuadre!
No es una carrera para ir a hacer marca. Es una carrera a la que se va a sufrir, pues el corredor es castigado por el viento y el solano que pega, y quizas por eso se disfrute más al terminar la prueba. Las condiciones de esa carrera, la hacen más épica. Y luego como premio sabes que te vas a pegar un chapuzón en ese pedazo de playa que tiene la base aérea. Aunque esté el agua fría, lo harás, porque para una vez que tienes la posibilidad de ir a esa playa, no la vas a dejar pasar!!

Sonaba el despertador. Abro los ojos tras un sueño bien profundo, y me pregunto que por qué suena la alarma, si yo tenía el día libre... "Anda!! la carrera!!" Se me había olvidado que tenía una carrera! así de desconectado estaba... Creo que ha sido la carrea que he afrontado de forma más relajada. En los últimos 10 días, sólo había hecho una tirada de 18 kms y nada más. Con lo cual, sabía que podía asumir el reto, pero sin locuras. 
Llegué a la Base Aérea de Gando, con bastante tiempo de antelación. No me gusta llegar a las carreras con el tiempo justo. Apenas llegué, saludo a Juanmi, Aarón, Abraham, Pancho, Jony y Ciro. 
Se suceden las típicas charlas de rigor, en las que contamos que no hemos entrenado nada, y que iremos corriendo de tranquis... Parecía que iba a caer un chaparrón, porque estaba todo el cielo gris. Pero en el tiempo que nos pusimos a calentar, ya se despejó de nuevo. 
Nos colocamos en la línea de salida, y como es habitual, gente con distintos objetivos, (por decirlo de forma diplomática) deciden ponerse en las primeras filas... para hacer de tapón!! A mi lado derecho oigo una pareja, que dicen: venga, va... vamos a prepararnos!! y se dan un beso de película. 
Suena el pistoletazo de salida, se intenta trotar lo que se puede. Teniendo delante, gente que va mucho más lenta y que empezamos con la primera cuesta, hace que vayamos muy lentos... Me desespero y en cuanto puedo me salgo por un lado de todo ese pelotón, e intento ir esquivando hasta encontrar mi posición en la carrera en la que pueda correr a mi ritmo. 
Pasamos el primer km y un poco más adelante me doy cuenta que mi Garmin no iba bien...decido apagarlo y encenderlo de nuevo. Pero a todo eso ya debemos ir casi por el km 1,5 y me fastidia porque ya no podré tener una idea de como voy en la carrera. 
Aunque no tengo en mente hacer marca, porque no la había preparado y tampoco es el sitio idóneo para hacerla, no me gusta correr sin saber como voy. Así que iba corriendo "a ciegas". Me limito a ver a cuanto me van saliendo los kms. A partir del km 2 veo que los kms los voy picando aa 4'40 segundo arriba, segundo abajo... Me mantengo en ese ritmo. 
Terminamos la primera vuelta. La gente se va dispersando más. El sol empieza a apretar y decido coger la primera botella de agua en el avituallamiento. A medida que se hacen más kms, se hace más duro mantener el ritmo. En especial por las cuestas. El circuito es un constante sube y baja, y por si falta poco, el viento se está haciendo notar más que nunca. Es la edición que recuerdo con más viento de las 3 que he estado. 

Tras completar la segunda vuelta, empieza lo más duro de la carrera. Hasta ahora, ibamos acompañados por los corredores de 7 km y de 14 kms, pero ahora nos convertimos en almas solitarias, que se arrastraban por la Base Aérea. Voy bastante petado, subir la cuesta que hay apenas comienza la tercera vuelta, me cuesta un montón. Decido esperarme al llano, para abrir el gel, ya que no quería gastar las mínimas fuerzas en la subida. Cuando recupero un poco el aliento, me lo tomo. Es en ese momento de la carrera, cuando ves que la gente aplaude y te anima, soltando un "vamos, campéon" y te das la vuelta, y ves que vas solo, y piensas! ostras!! es a mí!!! Se agradece mucho en una carrera cuando recibes ánimos de forma anónima. 
Me acerco hacia el avituallamiento, que tenían una música discotequera a full, y en cuanto me ve JA Rosales, se pone a bailar cual gogó en un podio de una discoteca, dándolo todo!!! eso fue un subidón, me dio la vida!! aprovecho para pasar bajo las duchas que habían puestas y refrescarme. 
Queda uno de los tramos más difíciles de la carrera. Es un trozo en el que el viento azota bien fuerte, y luego hay una buena subida de vuelta, y en esa zona ni hay gente animando, ni agua... y a mí se me había acabado la que llevaba en la botella. Intento aflojar un poco el ritmo y subo a 5'11...  Tras ese pequeño infierno, vuelvo de vuelta a pasar el avituallamiento por donde estaba JA, y cojo agua de nuevo. 

Me intento animar a mí mismo, pensando, sólo queda esta subida y ya lo tienes. Pero se que no es así... después de la subida y la bajada, aún quedan unos 300 metros que se hacen interminables. Hasta entonces cabe decir, que le sacaba bastante ventaja a la que era la segunda clasificada femenina. Tras la bajada, llega el giro donde luego te encuentras el viento de cara, que te clava literalmente en el asfalto. Las piernas están destrozadas, por los kms que llevo y por las subidas, y se me hace bastante duro avanzar. Por algún momento pienso que la carrera se puede ir al traste. El asfalto no está en buenas condiciones, algun agujero que otro. Y con el viento que hacía, un paso equivocado y si me hubiese caido a esas alturas no hubiese sido facil levantarse. Cuando me doy cuenta, tengo a la segunda clasificada femenina a mi lado (Mariló). Ha hecho un pedazo de sprint y me ha alcanzado. Por un momento pienso en no dejarla escapar. Pero por otro lado me niego a apretar más los dientes porque ya voy muy quemado. Tal vez intentar adelantarla hubiera sido un suicidio!! Así que decido entrar tranquilamente en meta a mi paso. Y si me adelanta alguien, pues que me adelante, porque lo que quiero es acabar y punto. Por suerte para mí, no me adelanta nadie más. Finalizo la carrera en 1h42'09". Con un sabor agridulce. Es una de las mejores marcas que tengo en Media Maratón, pero es peor tiempo que la última vez, que fueron 1h41' y queda muy lejos de mi mejor marca: 1h 37". Pero soy consciente de que no se puede pedir más si uno no ha preparado bien la carrera. Y en mi caso, demasiado ha sido, el poder entrenar cuando podía.
Tras la carrera, viene lo mejor. Poder disfrutar de ese pedazo de playa que tiene la Base Aérea y la foto de rigor con los amigos.


Hoy, como sorpresa de la carrera, me he dado cuenta, que el número de mi dorsal ha vuelto a ser premonitorio. No es la primera vez que me pasa. Llevaba el número 59, y en la clasificación general he quedado el 59...

...la magia de las carreras!!!